Al sur de la isla de Santa Catarina se encuentra un pequeño pueblo de pescadores llamado Pantano do Sul.
A las afueras de este pueblo empieza una senda de una hora y media y lo que llaman «dificultad media» hasta una playa virgen donde no hay servicios de ningún tipo.
La sorpresa de este sitio, a parte de la dureza del trazado, fue el tipo que con una nevera vendía agua y cervezas. Un brasileiro de casi 40 años que llevaba 3 años y 11 meses viviendo en esa playa, sin luz y completamente solo.
las fotos son de iPhone, en cuanto tenga procesadas las de la cámara, actualizo el Post.