y para que yo me quede callado…
Ya es casi obligatorio, a Juan le tocó abrir una WordCamp. Pocas cosas suenan más a happy place que una charla suya hablando de lo que debería ser internet y no lo que desgraciadamente es. En WordCamp Torrelodones 2024, que no son nuevos en esto, cumplieron y aunque no es lo mismo por streaming que en directo, mereció la pena.
Como casi todo el mundo que sigue manteniendo un blog en 2024 el mío es un desastre de lagunas, posts inconexos, borradores que llevan así años, ideas anotadas en cachos de papel, buenas intenciones y mierdas intensitas escritas solo para desahogo del protagonista. Menos mal que existen esos héroes que aún escriben de forma regular, con un tono adecuado y aunque no sea interesante siempre apetece leerlos.
De eso iba la charla, de aportar algo y no abandonar, de perseverar en algo que era la base del internet raro que nos enganchó al final del siglo pasado y principios de este. De tener tu hueco con tus reglas para contar tus cosas y aportar valor personal, sin necesidad de seguir patrones de optimización, de encontrar tu voz y hablar de lo que te gusta, apasiona, irrita o aburre. Y con todo esto ser capaz de poner algo bueno ahí fuera y quizá, ayudar o inspirar a alguien.
Yo acabo de crear una página nueva: los-blogs-que-nadie-lee para dar un poco de volumen a todos los que sigo y hacer caso a Juan, aunque solo sea una vez.