2018 no pasara a la historia como el año más tranquilo de mi vida, eso no hace falta discutirlo mucho. Las razones son un poco lo de menos, el botón reset es el resultado final de una sucesión de catastróficas desdichas que es complicado poner en orden y mucho menos depurar para encontrar un origen. He contado la misma historia ya muchas veces y empieza a ocurrir lo de siempre, detalles se pierden y otros se valoran en exceso. Es hora de parar y mirar adelante.