Y volvimos a caer.
La solución Vietnam para las vacaciones chinas siempre es bien recibida, esta vez el plan era más ambicioso en cuanto a kilómetros con a la mochila a la espalda.
Hanoi >> Pagoda perfumada >> Sa Pa
La capital de un país suele se un resumen del mismo, Hanoi es así, densa, caótica, ruidosa y muy interesante. Si en Ho Chi Mihn City decíamos que se notaba la influencia colonial europea, en Hanoi la influencia china es palpable.
Llegamos un sábado noche y sin mucha suerte: avión con retraso, problemas con el visado y una maleta perdida, bingo! pero el domingo compensó los problemas.
Los domingos en Hanoi el tráfico alrededor del lago se corta completamente y el centro de la ciudad se convierte en un parque gigante con música en directo, bicicletas y gente por todas partes. A medida que te alejas del centro el tráfico vuelve y el ruido de los scooters vuelve en cuanto llegas a la ópera de Hanoi.
Al atardecer la cosa cambia, vuelve el tráfico, las callejuelas se iluminan y las avenidas se oscurecen, bares y restaurantes se adueñan de las aceras y cada esquina tiene siempre a la vista un sitio donde pedir Pho o Banh Mi, junto al café las tres especialidades de Hanoi.
Viajar a la Pagoda Perfumada tiene su misterio, en temporada baja local el viaje en autobus desde Hanoi dura más de 2 horas para recorrer pocos km entre el infernal tráfico de la capital Vietnamita. A la llegada a destino hay que saltar en unas canoas para 4-5 personas donde una amable vietnamita remará alrededor de 1 hora para finalmente llegar al puerto donde el parque de la Pagoda Perfumada empieza.
Durante los festivales que allí se celebran al entorno de la pagoda pueden peregrinar a diario decenas de miles de personas pero nosotros nos encontramos con una imagen poco común en el sudeste asiático, áreas vacias y caminos apenas transitados.
Para llegar desde la margen del rio hasta la parte alta de montaña hay dos opciones, tomar el teleférico o seguir los caminos. Visto lo interesante de seguir caminos vacios nos decantamos por la segunda opción y bajar después en el teleférico descansando de la paliza.
Una vez arriba la Pagoda es en realidad una profunda cueva con cientos de escalones e iluminada por lamparas de aceite y velas, generosamente decorada como es tradicional.
A Sa Pa cuesta llegar. Es una localidad del norte de Vietnam, montañosa y con una escasa población pero cientos de maravillosas rutas de senderismo alrededor de los arrozales en las laderas de las montañas. El turismo se ha convertido en una fuente de recusos alternativos muy importante para las familias y pocas son las que no han adaptado partes de sus casas para aceptar visitantes por las noches, dar comidas o refugio.
La forma más común de llegar es en el tren nocturno desde Hanoi, un tren viejo y lento de compartimentos de 4 camas y donde la suerte decide si te duermes como un bebe o te asas, congelas o te pasas la noche matando bichos. Viajad preparados para todas estas posibilidades.
El tren te deja en Lao Cai y desde allí nosotros tomamos un autobus hasta el punto de encuentro. Nuestro plan incluia una ruta de 2 días de senderismo y una noche con una familia en medio de la ruta.
Los caminos son muy numerosos y es facil confundirse por lo que se suele recomendar caminar con guia, estas suelen ser mujeres de la zona que conocen todo a la perfección y que acompañan a grupos durante todos los días de la ruta.
Después de todo el día recorriendo caminos y con paisajes que quitan el aire, llegamos a la casa de una familia que nos recibió con comida tradicional caliente, cerveza fria y colchones con mosquiteras para el grupo de 8 que llevabamos todo el día pateando. A la mañana desayuno y vuelva a ponernos en marcha para, por otra ruta distinta, volver al punto de inicio.
Trás algo más de 48h volviamos al tren nocturno destino a Hanoi para cerrar el viaje.