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Perdidos en la traducción??
En las ciudades españolas cada poco llegan a casa esos panfletos de publicidad del super, no del clásico de tu barrio sino de ese tan molón holandes o alemán. Siempre con comida rara o con cacharros de dudosa calidad pero que es dificil encontrar en otros sitios.
Sabes cuando vas al Lidl o al Aldi y te compras esas cervezas o esas salchichas supuestamente bávaras o esas galletas danesas de aspecto tan tradicional… pues lo mismo te pasa en Viena cuando estas comprando cosas tan acojonantes como estas:
Té catalan con molinos manchegos y natillas marca «Hola!» con foto de torero incluida, no vaya a ser que nos pasemos de sutiles a la hora de hacer las cajas y los centroeuropeos no se crean que es realmente español.
Dicho esto… llevarán dragones los paquetes de tallarines chinos, en china???Pasar tanto tiempo fuera de casa tiene estas cosas y a mi me resulta muy interesante ver como somos a ojos de los centroeuropeos. Habrá que seguir bailando flamenco y bebiendo sangria… OLE!
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IV Foto Maratón cazurro.com + ACNUR
Un año mas, al llegar las navidades llega la Maratón de Fotodonaciones de cazurro.com el insigne fotobloguer vallisoletano.
Si no sabes que regalar, si te sientes con ganas de colaborar o simplemente si te gusta alguna de las fotos para decorar tus tristes paredes con gotelé… la ocasión la pintan calva. Pincha en el enlace, elige una y colabora con ACNUR a traves de las fotografias.
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Menú de invierno
Para combatir el frio invernal que esta semana ha decidido quedarse por la capital del Vals.
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Split, final de trayecto
Con mucho retraso escribo la última parada del viaje a croacia de este verano. A ver si me acuerdo…
Salimos de Dubrovnik pronto por la mañana para hacer en coche el camino hasta Ploče, en ese punto nos dividiriamos, el cocher seguiria dando vueltas por Croacia y Bosnia, mientras Sergio y yo nos ibamos… en autobus a disfrutar de las maravillas de la carretera de costa croata.
El viaje fue largo y tortuoso pero el apartamento, impecable como a lo largo de todo el viaje, nos esperaba muy cerca de la estación de autobuses y al lado de este el restaurante recomendado: Galija. Posiblemente la mejor pizza que haya comido. Recomendado.El palacio diocleciano.
Básicamente el turismo en Split es eso. 30000 metros cuadrados de palacio de mas de 2000 años que en vez de ser mostrado como museo, sirve para dar cobijo a viviendas, tiendas, bares, restaurantes y casi cualquier cosa que se os ocurra. Seguramente por eso sigue en pie.
Y en eso se nos fue el último día del viaje, en pasear, perdernos y encontrarnos por dentro del palacio diocleciano y por supuesto, en tomarnos la última cerveza sentados al pie de la torre del palacio, un marco incomparable.
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Calor y piedra brillante en dubrovnik
Como durante todo el viaje, en Dubrovnik nos alojamos en un apartamento alquilado a una familia croata. En este caso, como de costumbre, el trato impecable aunque un poco mas lejos del centro que las dos veces anteriores y eso se nota porque dubrovnik es una escalera continua.
Contruida al abrigo de montañas, la ciudad es un continuo de escaleras y rampas y en días de 32 grados se nota. Otra cosa es que le echáramos valor y al asunto y nos pateáramos las murallas enteras y al sol del mediodía. Sudores aparte la visita es obligada, la labor de reconstrucción de la ciudad es imponente y el resultado es que no parece que hace 15 años fuera casi totalmente destruida por la guerra de los Balcanes.
Como dice el titulo, la piedra, blanca y brillante es protagonista, especialmente en días soleados donde la ciudad tiene un brillo cegador que llega a convertir el suelo de la calle principal en un espejo.
Especialmente recomendable si se quiere ir a fotografiar la ciudad es evitar el mediodía, normalmente es mejor evitarlo, pero en dubrovnik es casi imprescindible si el sol da de lleno.
Para cerrar la estancia en «la perla del mediterraneo» nos volvimos al mismo restaurante de la noche anterior, magnifica comida, precio, calidad y en pleno puerto antiguo de la ciudad.
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Dubrovnik, con la muralla en los morros
Llegar de noche a Dubrovnik no es la mejor idea que se puede tener si vas en coche, la carretera es de montaña, estrecha y con trafico, por si fuera poco hay que cruzar un pedazo de Bosnia y Herzegovina, con su amable policía de frontera y además el paisaje a medida que llegas es maravilloso, de día.
Pero aun así, hasta las diez de la noche no llegamos al apartamento, con la ya habitual hospitalidad y hasta cariño de la dueña, una constante en el viaje.El lado positivo de llegar de noche a dubrovnik es ese mismo, que es de noche y el golpe en los morros es mayor, la muralla, las calles, la iluminación y la cantidad de gente te dejan con la boca abierta.
Tarde a la cama y prontito arriba al día siguiente que hay mucho que ver.
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Makarska y el camino de cabras hasta Dubrovnik
Autopista hasta medio camino a Dubrovnik, eso lo tenemos ya claro, hasta dentro de unos meses no llegará a dubrovnik una carretera segura y digna.
A medio camino entre Split y Dubrovnik está Makarska, un pueblecillo costero que recuerda a la costa española, chiringuitios y mercadillo junto a la playa, música pachanguera mucha gente, salvo por la playa de piedras podría pasar por algún sitio de Levante.
La playa, como decía la guía es muy bonita pero no especialmente impresionante, al menos es lo que pensamos tras ver, al paso hacia dubrovnik, las playas de la costa sur de croacia. Cada recorte al mar deja un pueblo con torre, puerto y playita con una pinta preciosa, con tiempo ese puede ser un viaje muy bonito.
Como no hay cara sin cruz, un sitio como ese tiene la cruz de las comunicaciones. La carretera es un asco, así con todas las letras, la autopista en construcción se ve algunas veces a lo lejos, como el bote de galletas en la estantería alta, a ver si para la próxima esta ya terminada.
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Zadar y las playas de piedra
Arena fina y playas de película no son el standard en Croacia lo cual es una suerte si, como a mi, la arena de la playa te resulta incomoda. Los croatas no tienen problemas a la hora de acercarse al borde del paseo marítimo dejar las chanclas y tirarse al agua, mucho menos ritual y mas cómodo si no piensas tomar el sol.
Por otro lado están esas playas de piedras, como si de la orilla del rio de tu pueblo se tratase, aquí si hay ritual completo: esterilla, toalla, sombrilla, filete empanado, cocacola, colchoneta y niño gritón. [nota para pucelanos] Como aquellos veranos de hace muchos años en Puenteduero, pero en croata y con el agua mas limpia.A nivel menumental (sic) Zadar no llama especialmente la atención pero tiene buen ambiente nocturno, un paseo marítimo muy cuidado, un par de atracciones interesantes, tanto el «órgano del mar» como el «monumento al sol» desde el que se puede disfrutar un atardecer espectacular con el sol cayendo en el mar.
Con esto y un par de interacciones culinarias, una buena y la otra para olvidar se nos fueron otras dos noches del viaje al tiempo que salíamos camino de Makarska, según Lonely Planet, una de las mejores playas de Croacia.
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Lagos de Plitvice
294,82 km cuadrados, patrimonio natural de la UNESCO, hidrografía calcárea… Y muy bonito que es lo entra por los ojos.
Plitvice ha sido la siguiente parada en el camino. Salimos pronto por la mañana para engullir un desayuno completo y sano a base de hamburguesaza, patatas fritas y zumo. Que el día iba a ser muy largo y de mucho desgaste.
Ruta H. De 4 a 6 horas…
Casi 6 horas y media, las fotos lo requerían y normal porque el marco era incomparable (expresión adoptada y usada y abusada) así que no nos avergüenza haber ido tan lento. Hay que disfrutar del camino.
Bosques de hayas y abetos, casi inexplorados y afortunadamente muy poco explotados, lagos, cascadas y rios que además se complementan. Todo lo que hay en el parque lo hay en muchos otros sitios, pero lo dificil es que estén juntos. Y eso es lo tremendo del sitio, una delicia para los foteros de naturaleza.
Tras la caminata, vuelta al coche, repaso, carretera y manta que en Zadar nos esperaba Ivica en el apartamento y el primer contacto con la pizza croata, un descubrimiento.